Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

II Reyes 10, 15-23

15 Partió de allí y encontró a Yonadab, hijo de Rekab, que le salía al
encuentro; le saludó y le dijo: «¿Es tu corazón tan recto como el mío para el
tuyo?» Respondió Yonadab: «Lo es.» «Si lo es, dame tu mano.» Yonadab le
dio la mano, y él le hizo subir a su carro.

16 Y le dijo: «Sube conmigo y verás mi celo por Yahveh»; y le llevó
en su carro.

17 Entró en Samaría y mató a todos los supervivientes de Ajab en
Samaría, hasta exterminarlos, según la palabra que había dicho Yahveh a
Elías.

18 Reunió Jehú a todo el pueblo y les dijo: «Ajab sirvió a Baal un
poco, Jehú le servirá mucho,

19 así que llamadme a todos los profetas de Baal, y a todos sus
sacerdotes, sin que falte ninguno, porque tengo que hacer un gran sacrificio
a Baal; todo el que falte morirá.» Jehú obraba con astucia para
hacer
perecer a los servidores de Baal.

20 Dijo Jehú: «Convocad una reunión santa para Baal.» Ellos la
convocaron.

21 Envió Jehú mensajeros por todo Israel y vinieron todos los siervos
de Baal, no quedó nadie sin venir. Entraron en el templo de Baal quedando
lleno el templo de punta a cabo.

22 Dijo al encargado del vestuario: «Saca los vestidos para todos los
servidores de Baal.» El hizo sacar los vestidos para ellos.

23 Jehú vino con Yonadab, hijo de Rekab, al templo de Baal y dijo a
los fieles de Baal: «Investigad y ved no haya aquí entre vosotros
algún
siervo de Yahveh, sino tan sólo siervos de Baal.»